miércoles, 14 de agosto de 2013

EL UNICORNIO LEGENDARIO






El unicornio es, según la leyenda, el rey de los animales espirituales. Eso lo sabían los alquimistas medievales, que buscaban la transmutación de las piedras en oro a partir de la famosa Piedra Filosofal. Lo adoptaron como emblema alquímico, ya que su cuerno era 



como la Piedra Filosofal, y el animal caminaba entre dos mundos: el terreno y el divino. 



La historia del unicornio es muy anterior y su raíz llega hasta los principios de la Humanidad. 

La leyenda 

Muchos son los países donde el unicornio aparece como parte integrante del acerbo cultural y legendario. No obstante, en la Península Ibérica sólo se conoce una única leyenda en torno a este “mágico” animal: el unicornio de Betelu, en Navarra. En ella se dan los detalles que convirtieron al unicornio en mito popular, un animal objeto de todas las codicias, debido, entre otras cosas, a la creencia en el poder curativo que poseía su cuerno. 

El historiador y naturalista griego Ctesias describe al unicornio como asno salvaje de tamaño similar al caballo, con cuerpo blanco, cabeza color rojo oscuro, ojos de un azul profundo y provistos de un cuerno de un metro de largo que le salía de su frente, con la punta de color púrpura, la parte central negra, en contraposición a la blancura de la base. Ctesias dice que quienes bebían de este cuerno convertido en copa no padecían de epilepsia y eran inmunes al veneno. 

La descripción del unicornio variará con el transcurrir del tiempo, siendo San Isidoro, en gran medida, el que le dio el aspecto físico conocido hasta nuestros días ( caballo blanco, con bellas crines y cuerno espiralado) y el que lo cristianizó. 

Clases de unicornios 

Hay muchísimas clases de unicornios en las leyendas. Desde el tipíco caballo blanco, pasando por cápridos y cérvidos unicornados. De hecho, uno de los tapices más famosos del Mundo donde aparece un unicornio, el tapiz del Museo de Cluny, del siglo XV, procedente del castillo de Broussac, representa un unicornio cérvido. 

También en las leyendas existen los unicornios marinos, cuya leyenda provendría del narval. Incluso, los hay diminutos, negros y algunos son representados con alas. En China, por ejemplo, está el Ki´lin, un unicornio muy parecido a un dragón. 

No obstante, el unicornio de Ctesias (siglo IV a. C.) poco tiene que ver con el unicornio medieval. Y éste último también es diferente al que nos ha llegado a nuestro imaginario popular. Para los babilonios, asirios, griegos y romanos los unicornios eran prácticamente caprídos, bóvidos o antílopes. San Isidoro cambió su forma a la de caballo pequeño en el siglo VI d. C, de un blanco inmaculado (antes tenía varios colores, incluso el cuerno era tricolor: negro, rojizo y púrpura). Sin embargo, mantuvo algunas cosas de su anterior “etapa”, las pezuñas hendidas de antílopes y caprídos, la barba de chivo y la cola leonada. Hoy, el unicornio es representado igual que un caballo blanco, con su distintivo cuerno en la cabeza. Como véis, no siempre fue así. 

La confusión y la creación de la leyenda medieval 

En la Edad Media se diversificó el mito del unicornio, dejo de ser un animal corriente y se convirtió en poco menos que divino y mágico, llegando, incluso, a convertirse en el símbolo alquímico por excelencia. También se adoptó al animal como símbolo de nobleza, pureza y castidad (también fiereza) y autores como San Isidoro lo comparaban con Cristo. 

Empezó entonces a gestarse la idea del caballo blanco unicornado. Y fue cuando surgió la idea del negocio, de la explotación del mito y de la fe. Empezó, de esta forma, la caza del narval en aguas islandesas, el cetáceo con el diente espiralado, parecido el cuerno del unicornio. Muchos reyes, papas y nobles pagaron fortunas por dichos cuernos, con la creencia de que provenían del unicornio. Eso siguió así hasta el s. XVII cuando empezó a dudarse de la existencia de dicho animal. 

En el “Siglo de las Luces” el unicornio fue relacionado con la superchería e ignorancia medieval, se le asoció a esa época considerada “oscura” e “impregnada de ignorancia” y se intentó demostrar que su existencia fue siempre un fraude. 

Los ilustrados se basaron en la caza del narval, en el rinoceronte indio de un sólo cuerno (que Marco Polo anotó en sus viajes como el descubrimiento del mítico unicornio europeo) y en la “inexistencia”, por aquel entonces en la Naturaleza de un ser de un solo cuerno. No obstante, la raíz del mito parece ser real y la pista la tenemos en el National Museum of Pakistan en Karachi y en la Cultura del Valle del Indo, cuya escritura por ahora no se ha podido descifrar. 

Toda leyenda tiene algo de real 

Muchas leyendas tienen algún conato de verdad. Según el paleontólogo sueco Bjorn Kurten y el biólogo catalán Miguel Seguí, hubo a finales del Pleistoceno (aproximadamente, hace 1 millón de años), en la Prehistoria, un animal que sobrevivió hasta hace poco menos de 5.000 años. Era un antílope, de la familia bovidae, llamado Procamptoceras brivatense (existen fósiles en el Museo Paleontológico francés de los Altos Alpes). 

También existió otro ungulado llamado Tsaidamotherium en el Mioceno y el Terciario (23 millones-5,3 millones de años a.C.). Era un unicornio real a todas luces, también un bóvido. 

SOÑAR CON UNICORNIOS
El mundo de los unicornios refleja el mundo de las fantasías, cuando hacen su aparición en nuestros sueños, es porque tal vez nos encontremos en una etapa de regresión, la cual no necesariamente es negativa, solo que nos encontremos atravesando por situaciones muy complicadas en nuestra vida, necesitando escapar hacia nuestra infancia, donde todo era mágico y los problemas no eran tales.
Por ello volver a nuestras fantasías representa buscar un lugar donde encontrar paz, en medio de las tempestades con las que la vida suele castigarnos en determinados momentos de nuestra evolución.Soñar con los unicornios en la mayoría de los casos es de buena suerte, porque restituyen tu fe, el volver a creer como cuando éramos niños, y a través de ese fortalecimiento, afrontar nuevamente la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.