domingo, 17 de noviembre de 2019

NUEVO ORACULO EL MENSAJE DE LAS RUNAS

APRENDE FÁCILMENTE A LEER LAS RUNAS VIKINGAS



Con este oráculo, podrás fácilmente memorizar y asimilar el significado de cada runa gracias a sus fantásticas ilustraciones. En el dorso de cada carta, vienen el consejo y el mensaje que nos da la sabiduría de los dioses vikingos.  Podrás leer tu futuro de forma muy sencilla a través de la magia de las Runas. 


LAS RUNAS VIKINGAS


Las Runas son símbolos mágicos que poseen la sabiduría y el conocimiento de nuestros ancestros. La tradición rúnica viene de los pueblos vikingos y celtas, civilizaciones guerreras que vivían conectadas al presente, venerando la naturaleza, la fertilidad y los dioses. Ellos cultivaron este modo de adivinación y esta filosofía de vida e interpretación del mundo.


Este sistema de adivinación es uno de los más antiguos, las primeras inscripciones rúnicas datan de el siglo I. Estos símbolos representan a fuerzas espirituales superiores y a sus dioses. Las Runas a su vez formaban parte de su alfabeto: el Futhark y son "instrumentos" mágicos, portadores de secretos y generadores de poder. Antiguamente eran utilizadas por los Druidas y por las magas para ver el futuro, hacer magia y aconsejar. La runa es un símbolo mágico ancestral y como tal es una emanación de energía que puede despertar nuestros sentidos, conectar y hacernos evolucionar. La práctica adivinatoria con las runas, es uno de los sistemas más sabios y más certeros. En la actualidad este oráculo puede representar una gran ayuda para nuestro crecimiento personal. Cada runa tiene un mensaje para nosotros, relacionado con circunstancias de la vida y con las herramientas que poseemos para mejorarla. Este oráculo nos envía las claves para evolucionar, sanar y volver a nuestra armonía.





CÓMO CONSULTAR EL ORÁCULO 

EL MENSAJE DE LAS RUNAS

Si se posee un juego de runas en piedra o en madera, lo ideal es utilizarlo extrayendo una runa de la bolsa y luego escoger cada carta correspondiente a la runa extraída, la ilustración de la carta nos ayudará a memorizar el significado de cada una.


Si no se tiene se puede utilizar solo el oráculo en cartas, como un tarot, barajando cerrando los ojos y concentrándose en la pregunta para no mirar el dorso de las cartas.

Antes de comenzar la tirada de Runas se debe crear el ambiente propicio para la recepción del mensaje. Es ideal un ambiente con poca luz con una o dos velas. Quemar incienso de aromas naturales que recuerden al bosque o a la naturaleza. Para iniciarse en la lectura de runas lo mejor es comenzar extrayendo una sola runa. ESTA TIRADA SE DENOMINA DE ODÍN. Se utiliza por ser muy sencilla y se usa cuando no tenemos mucho tiempo, sobre todo para pedir un consejo y para aprender.

(En el oráculo podrás encontrar un folleto explicativo con instrucciones y diferentes tiradas.)




En primer lugar, hay que cerrar los ojos, dedicar unos minutos a relajarse, luego concentrarse y pensar en la pregunta que se quiera hacer mientras se baraja.


Después escoger una carta del mazo sin mirar. Hay que fijarse bien si sale al derecho o invertida.  Acto seguido deberá observar bien la runa y su grafismo, para memorizarlo. Sentir las sensaciones e intuiciones que nos vienen al observar la imagen de la ilustración. La carta nos dará una visión global de la situación o problema, una predicción y si necesitamos consejo nos orientará, todo está especificado en el dorso de cada carta. Si saliera invertida (bocabajo) el significado en algunas runas cambia. Se aconseja estudiar cada carta con su runa e intentar memorizar las palabras clave y su significado.



LA LEYENDA DE ODIN Y LAS RUNAS


Cuenta la leyenda, que al principio de los tiempos, el dios Odin era capaz de ver lo que pasaba en los nueve mundos desde su trono Hliðskjálf, pero no podía sin embargo ver el futuro. Este al ser el dios de la sabiduría, tenía una inmensa necesidad de conocer el futuro, pues se dice que fue él quien dió el don de la curiosidad a los hombres.

Odin sabía que quien bebiera de las aguas del pozo Urd obtendría la omnipotencia, de forma que acudió allí, y pidió al gigante Mimir, su guardián, que le permitiese beber de las aguas. Pero este, conocedor del valor de la sabiduría absoluta, le exigió al dios que dejase algo como prenda, uno de sus ojos (lo cual simboliza la diferencia entre belleza y fealdad). Odin, sin dudarlo un momento, extrajo su ojo, y se lo entregó a Mimir, que lo arrojó a las profundidades del pozo, para que permaneciese allí por toda la eternidad. De esta forma, Odin sacrificó la belleza por la sabiduría.
Más adelante, en un enfrentamiento entre los Vanir y los Aesir, Mimir fue decapitado, y Odin tomó su cabeza, y la conserva junto a sí, haciéndola hablar por medio de la magia, lo cual la convierte en una fuente inagotable de conocimientos.

A pesar de que los conocimientos que Odin obtuvo eran de gran importancia, todavía estaba insatisfecho, pues no tenía el conocimiento supremo interior y el de la magia, por lo tanto caminó hacia el árbol sagrado,Yggdrasil. Las ramas del fresno sagrado eran tan altas que cubrían todo el cielo del mundo, y sus tres raíces se sumergían hasta lo más profundo de la tierra. Una de las raíces se sumergía hasta el Universo de los Dioses, otra llegaba hasta el Mundo de los Gigantes, y la última se extendía hasta el Mundo de los muertos.

Entonces Odín se sacrificó a si mismo, colgándose por los pies de las ramas de Yggdrasil, y clavándose en un costado su lanza Gungnir. Durante nueve días y nueve noches Odín estuvo allí padeciendo, meditando, y buscando el conocimiento interior. Y en la noche de el noveno día, cuentan que Odín pudo surcar las aguas de su propia alma, y allí en el fondo, encontró unos grifos o letras mágicas grabadas en madera, eran las  RUNAS y las asió, y aunque esto le provocó la muerte, resucitó, ahora conocedor de el lenguaje de los secretos del mundo, la sabiduría ancestral de el universo y de la magia.


Finalmente Odin, por medio de estos dos sacrificios se conviertió en el dios conocedor de todas las cosas y poseedor de la sabiduría absoluta. Además, Odín recuperó la vista, aunque ahora veía de otra manera gracias al poder de la clarividencia.




Versos en el Rúnatal, que narran lo que ocurrió. 


Nórdico antiguo


Veit ec at ec hecc vindga meiði anetr allar nío, geiri vndaþr oc gefinn Oðni, sialfr sialfom mer, a þeim meiþi, er mangi veit, hvers hann af rótom renn. 
Við hleifi mic seldo ne viþ hornigi, nysta ec niþr, nam ec vp rvnar, opandi nam, fell ec aptr þaðan.



Sé que colgué en un árbol mecido por el viento 

nueve largas noches 
herido con una lanza y entregado a Odín, 
yo mismo ofrecido a mí mismo, 
en aquel árbol del cual nadie conoce el origen de sus raíces.  
No me dieron pan ni de beber del cuerno, 

miré hacia lo hondo, 
Tomé las runas 
las tomé entre gritos, 
luego me desplomé a la tierra.