A todos nos gustaría saber qué nos depara el futuro, pero confiar en un astrólogo no es tan fácil. ¿Cómo trabaja con los astros? ¿Qué herramientas utiliza? ¿Hasta dónde llega su credibilidad? ¿En qué consiste una consulta con un astrólogo? A continuación, te desvelamos todos los misterios de este arte tan serio y codificado.
El primer trabajo del astrólogo
Antes de realizar tu consulta, el astrólogo te pedirá la fecha, la hora y el lugar exactos de tu nacimiento para elaborar tu carta astral, en la que constan tus coordenadas espacio-temporales, únicas en cada persona. Este primer paso se puede llevar a cabo mediante un ordenador, pues se trata de la parte más científica de la astrología, basada en cálculos y datos astronómicos.
A raíz de tu carta astral, se inicia el trabajo de interpretación. En este momento el astrólogo cambia de registro y pasa de trabajar con datos científicos a utilizar el lenguaje de los signos, deja la ciencia y se sumerge en un arte de interpretación simbólica.
Para que la intuición dé resultado, el astrólogo debe conocer a la perfección los elementos astrológicos (signos, casas, planetas, rasgos) que le permitan determinar tu tema. No se puede decir cualquier cosa sobre un tema que entraña en sí mismo su propia lógica y realidad.
A menudo, el tema permite conocerse mejor.
En otras palabras, como todo es general, la calidad de la interpretación depende de la evolución del astrólogo. No es necesario que haya realizado una terapia en el sentido literal de la palabra, pero sí es bueno que haya seguido un itinerario interior que le permita no «proyectar» en los demás problemas no resueltos o no detectados. También es cierto que todos los logros personales, humanos intelectuales y espirituales enriquecen la interpretación. Es como los músicos: con una misma partitura y un mismo teclado, cada artista interpretará matices diferentes, pero se tratará siempre de la misma partitura.
Pasado, presente y futuro
Tiene que reconocer las grandes líneas de tu pasado, las fechas clave, los acontecimientos importantes (no hace falta que mencione el cumpleaños de tu tía Antonia, pero sí el momento en el que descubriste el amor o dónde conociste a tu marido o pareja) y ser capaz de trazar a grandes rasgos tu presente para ofrecerte una imagen de tu futuro.
Éste es el papel que debe interpretar el astrólogo. Debe ayudarte a ver las cosas con más claridad e indicarte los mejores períodos para reflexionar, actuar, amar y ser amado, además de las grandes características de tu tema.
Por ejemplo: te dirá por qué planeta estás marcada, si eres sobre todo saturniana (rigor, sentido de la responsabilidad, trabajo) o venusiana (amor, belleza, placeres y amistad), qué tipos de actividades se te dan mejor, si en el amor necesitas tranquilidad o prefieres seducir, etc.
La revolución solar
Cada año, en tu cumpleaños, el astrólogo lleva a cabo la «revolución solar», es decir, realiza el tema astral de tu año y te indica la tendencia general y los períodos que más te marcarán.
Por ejemplo: «Mercurio pasa por tu signo solar durante todo febrero, lo que significa muy buena disposición intelectual; podrás protagonizar encuentros interesantes laboralmente, tendrás muchas ideas, proyectos, etc.»
Duración y tarifa de la consulta
Una consulta seria con un astrólogo dura entre 1. 30 h y 2 h si se molesta en explicarte quién eres y para qué estás hecha. Un encuentro de este tipo puede ayudarte a entenderte mejor, a visualizar rasgos de tu carácter que normalmente ocultas o a la inversa, a acentuar los aspectos positivos de tu personalidad.
Las tarifas varían mucho y dependen de la notoriedad de la personan y de su ética: pueden ser desde 60 a 200 euros. Tú eliges.
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