jueves, 12 de diciembre de 2013

UN NUEVO SIGNO ZODIACAL OFIUCO, ENTONCES CUÁL ES MI VERDADERO HOROSCOPO?



ASTRÓNOMOS SEÑALAN QUE DEBIDO A LA PRECESIÓN DEL EJE DE LA TIERRA, LOS SIGNOS ZODIACALES SE ALTERAN AL PUNTO DE QUE CASI TODOS ESTARÍAMOS VIVIENDO EL DESTINO (ASTROLÓGICO) DE OTRA PERSONA E INTRODUCEN A OFIUCO, EL SIGNO DEL ALQUIMISTA, EL HOMBRE CON LA SERPIENTE EN EL CIELO.

Circula por Internet articulos relacionado con un nuevo signo zodiacal (que en realidad es un viejo signo zodiacal): Ofiuco, el signo trece utilizado por Nostradamus, que ha sido resucitado por algunos 

astrónomos para reforzar su impresión de que la astrología se construye sin ningún rigor. Este nuevo signo, más el movimiento del eje de la Tierra conocido como “precesión”, alterarían radicalmente la concepción que se tiene de la astrología pasando de un sistema duodecimal a un sistema de trece signos o arquetipos a través de los cuales se mueve el hombre como reflejo del universo.
¿Es posible que toda tu vida creíste que eras Capricornio, cuando en realidad eras Sagitario, adoptando los atributos de la cabra con cola de delfín, cuando tu origen era el centauro? Y como suele suceder en estas dimensiones mentales, algunos ahora están diciendo “con razón” o “lo sabía”, identificándose con su nuevo signo. Aunque muchas personas podrían padecer de forma exponencial ese “astrodesencantamiento” descrito genialmente en una canción de los Magnetic Fields que dice: «So I don’t really love you anymore ’Cos I’ve read your horoscope», o podrían estarse lamentando por haberse tatuado un escorpión en el brazo.
¿Se generará una masiva crisis de identidad? ¿O se trata sólo de un poco de táctica de guerrilla desde la cúpula científica, que ataca un conocimiento milenario regido por otro tipo de paradigma que amenaza su estrecha visión del mundo?
Teniendo en cuenta que el signo astrológico es determinado por la posición del Sol relativa a una serie de constelaciones, Joe Rao, del popular sitio de astronomía Space.com (citado en MSBC),  escribe que el movimiento de precesión de la Tierra, causado por la atracción gravitacional que ejerce la Luna al ecuador de la Tierra, ha hecho que actualmente las constelaciones asociadas con los signos del zodiaco estén casi un mes desfasadas. Aparentemente esto se basa en cálculos del Minnesota Planetarium Society.
A esto se le añade la inclusión del signo Ofiuco (una constelación que acoge una estrella que está apenas a 6 años luz de la Tierra), también llamado el Serpentario, el portador de la serpiente. ¿El caminante del cielo con la serpiente del conocimiento? Médico-alquimista, relacionado con Imhotep y con Esculapio, el signo del hombre y del viaje chamánico del renacimiento, el cual habría sido despojado del sistema zodiacal original basado en el 13 (ante la preferancia babilónica por el 12; los mayas, por cierto, basaban sus sistema en el 13) y que se ha vuelto a incluir en este revisionismo de algunos astrónomos. De esta forma las personas que nacieron entre el 29 de noviembre y el 17 de diciembre nacieron con el Sol en Ofiuco, lo que sea que eso signifique (los escorpiones ahora se limitan al periodo del 23 al 29 de noviembre). Curiosamente, según la cartografía celeste, el Sol atraviesa durante medio día la constelación Cetus, la ballena. ¿Qué podríamos decir de las personas que nacen en esas horas? ¿Es Cetus también un signo zodiacal, según esta concepción?

Si tú eres una de esas personas que naciste entre el 29 de noviembre y el 17 de diciembre —el tiempo del hombre con la serpiente— según una síntesis horoscópica digital, eres un buen intérprete de sueños, tienes talento premonitorio, atraes buena suerte, tienes altos ideales y buscas el conocimiento, tienes una pasión natural para la alquimia y la sanación, te gustan los colores brillantes, te número es el doce y podrías ser un buen arquitecto (como Imhotep). Según el psiconauta de lo oculto Steve Wilner, Ofiuco está relacionado con la alineación con el centro de la galaxia, al estar alineado con la hendidura de la Vía Láctea cerca del solsticio de invierno.

En la entrada de Wikipedia de Ofiuco se dice: «También se hace referencia a esta constelación en  las profecías de Nostradamus, en las que se le relaciona con predicciones para la fecha de 2012». Aparentemente Nostradamus, en el llamado Libro Perdido, habló de esta constelación como el signo secreto, el cual definiría el momento del Apocalipsis.
¿Tiene esta aparición viral de Ofiuco en el mainstream media una misteriosa relación con una agenda apocalíptica o simplemente se trata de una maniobra para alimentar una crisis masiva de identidad y fomentar así la confusión que para algunos ha sido históricamente rentable?

Algunas personas han tomado esta ola informativa como una campaña antiastrología, un coup desde la ciencia. Curiosamente hace unas semanas salía un estudio científico que parece probar que el momento en el que se nace afecta el comportamiento de una persona, algo que ha sido llamado biología estacional y que los astrólogos vieron como una comprobación de la validez de su disciplina (aunque este estudio sólo determina que las condiciones de luz en las que se nace afectan la conducta y el humor a largo plazo). Ahora, esta revelación, desatada por las declaraciones de Parke Kunkle, miembro del Minnesota Planetarium Society al Minneapolis Star Tribune y replicadas por el mainstream de los medios parecen dejar mal parada a la astrología.

Sin embargo, los astrólogos han salido al quite defendiendo su disciplina, diciendo que la astrología occidental “se basa en el zodiaco tropical, que está basado en las estaciones, no en los signos”, esto según el astrólogo Jeff Jawer, que añade que solamente las personas que sigan el zodiaco sideral tendrían que tomar en cuenta la precesión de la Tierra; en el zodiaco tropical los signos son fijos, por lo cual tu signo no habría cambiado. La ciencia podría estar ignorando la “ciencia” en la que se basa la astrología, como advierten en un blog del Washington Post. En él, se dice que los puntos de referencia no son las estrellas: «son los equinoccios y los solsticios que hacen entre sí los cuatro puntos cardinales que determinan los signos. Las estrellas solamente nos ayudan a localizar esos puntos que determinan los signos».

La popular astróloga Susan Miller le dijo a ABC que esta situación es ridícula: «Sabíamos de esto [la precesión] desde hace años. Las constelaciones no sugieren lo que está por venir, ¡son los planetas! Las constelaciones son un instrumento de medición».

Más allá de este anuncio, una forma de entender el zodiaco podría ser como un mapa simbólico, un mapa de los ciclos y procesos del ser humano como espejo del universo. Como un espejo mágico en el que el hombre proyecta su consciente y su inconsciente colectivo y, en esa operación mágica, el zodiaco refleja su consciencia bajo ciertos patrones. Por esta razón la astrología y sus signos pueden concebirse como un diagrama de psicología cósmica a través del cual los iniciados de la antigüedad estudiaban a los arquetipos de la mente humana y las diferentes cualidades del hombre en su flujo constante y en su interrelación con el cosmos; el sistema de 12 signos y las cualidades específicas de cada uno son definidos a través de conocimientos esotéricos que buscan reflejar de la mejor forma la armonía del universo, tanto matemática como simbólicamente. En este sentido puede decirse que más que ser el parámetro del Sol, las constelaciones del zodiaco son el parámetro del hombre (pero en el hombre está el Sol).

El nuevo zodiaco quedaría así:

Capricornio: Enero 20 – Febrero 16

Acuario: Febrero 16 – Marzo 11

Piscis: Marzo 11- Abril 18

Aries: Abril 18- Mayo 13

Tauro: Mayo 13- Junio 21

Géminis: Junio 21- Julio 20

Cáncer: Julio 20- Agosto 10

Leo: Agosto 10- Septiembre 16

Virgo: Septiembre 16- Octubre 30

Libra: Octubre 30- Noviembre 23

Escorpión: Noviembre 23- Noviembre 29

Ofiuco: Noviembre 29- Diciembre 17

Sagitario: Diciembre 17- Enero 20

¿El nuevo modelo del zodiaco podría generar psicosis masiva?


“Los antiguos creían que la teoría de que el hombre había sido hecho a imagen de Dios debía de entenderse literalmente. Mantenían que el universo era un gran organismo no de forma distinta al cuerpo humano y que cada fase y función del Cuerpo Universal tenían una correspondencia en el hombre. La más preciosa Llave de la Sabiduría que los sacerdotes comunicaban a los iniciados era lo que llamaban la ‘ley de analogía’. De esta forma, para los antiguos, el estudio de las estrellas era un ciencia sagrada, ya que veían en los movimientos de los cuerpos celestes la actividad siempre presente del Padre Infinito”. -Manley P. Hall, The Secret Teachings of All Ages

Fuente: pijamasurf.com

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