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martes, 30 de julio de 2013

LA MAGIA DE LA MANDRAGORA





Muchas son las leyendas que han llegado hasta nosotros en torno a esta peculiar raíz de forma humana según la leyenda, ésta crece en la tierra donde se había derramado el semen de un ahorcado . Otras de ellas, hablan del temible grito mortal que produce la planta al arrancarla, y que mata a quien lo intenta.

La Mandrágora es una planta perteneciente a la familia de las Solanáceas. Sus raíces han sido usadas durante la historia en rituales mágicos, ya que sus bifurcaciones tienen cierto parecido a una figura humana menuda; e incluso hoy en día se usa en religiones neopaganas, como la Wicca.


Las raíces son gruesas y habitualmente se ofuscan. El tallo es de color verde oscuro; hojas anchas y con una superficie rugosa, y tienen el mismo color del tallo. Las flores salen del centro, y son de color blanco violáceo. La planta alcanza una altura de unos 30 cm, y suele encontrarse en zonas sombrías y húmedas, donde no da mucho el sol. El fruto sale en otoño, tiene color amarillo o naranja, y aspecto similar a una manzana. Su ingesta puede producir alucinaciones.

Esta planta crece en bosques sombríos, a la vereda de ríos y arroyos donde la luz del sol no penetra. Su raíz es gruesa, larga, generalmente dividida en dos o tres ramificaciones de color blancuzco que se extienden por el suelo; sus hojas son de un tono verde oscuro; sus flores son blancas, ligeramente teñidas de púrpura; el fruto es parecido a una manzana pequeña y exhala un olor fétido.
La mandrágora es una planta altamente tóxica, pudiendo provocar la muerte de aquél que la ingiriese. Como su pariente, la M. officinarum, tiene actividad a través de la piel, por lo que es poco prudente manipular las hojas, frutos y sobre todo raíces. Puede provocar mareos, dificultad para respirar y bradicardia símplemente manejarla. Como planta ornamental es bellísima, pero tengamos en cuenta que si tenemos mascotas o niños que puedan llevársela a la boca, puede ocurrir una catástrofe. Es peligroso cultivarla y poco aconsejable.





LEYENDAS

Ha sido protagonista de muchas leyendas y rituales. Los magos hacían con ella algo similar a una figura humana, tallaban una figura en sus raíces presionando la raíz a cierta altura para formar un supuesto cuello, y cortando todas las bifurcaciones excepto cuatro, que serían las extremidades, y las adoraban como a dioses. Durante la Edad Media era utilizada por las brujas para sus diferentes rituales y ungüentos.Se creía que la planta tenía características humanas porque sus raíces parecían dos piernas. Hay historias que cuentan que esta gritaba lamentándose cuando la arrancaban de la tierra, pudiendo enloquecer a las personas; y por eso amarraban a un perro a la planta para arrancarla. Se decía que crecían bajo los patíbulos donde caían los líquidos de los cadáveres pues se dice que crecían a partir del semen de los ahorcados. Era usada tanto en magia negra como en magia blanca, ya que es venenosa y curativa al mismo tiempo, según el uso; y cuando juzgaron a Juana de Arco la acusaron de usar la planta porque pensaban que ese era el pecado de que oyera voces. 

Apenas existe tal misterio en la actualidad, porque apenas existen mandrágoras. O no existen al menos mandrágoras cuyas raíces tengan la forma clásica de la mandrágora legendaria. Es una forma que recuerda un cuerpo humano. Y a esta raíz prodigiosa se le han atribuido, en otros tiempos virtudes. Y se ha vendido a precios muy elevados como afrodisíaco garantizado. De lo que no se tiene noticia es de los resultados. La verdad es que existe en nuestro país una planta con este nombre. Es planta antigua, pues el nombre es griego. No se conoce el significado de esta palabra mandrágora, que en griego es el nombre de una planta.  La planta a la que la leyenda, ya desde antiguo, atribuye virtudes, tiene la raíz en forma de ser humano. Pero no parece que ninguna planta tenga la raíz de veras de esta forma. Es posible que las raíces de la mandrágora de formas más o menos parecidas a hombrecitos hayan sido previamente manipuladas. Y también, posiblemente, falsificadas con otras raíces, las de algunos Alliums o las de Brionia.

Parece que lo único que tiene de veras aprovechable la mandrágora es su leyenda. Desde muy antiguo se han atribuido virtudes y hechizos a estas raíces en forma de cuerpos humanos, procedan de donde procedan. Se ha dicho que son los mejores amuletos para tener la suerte de cara en empresas sentimentales y de negocios. En fin, que poseer una mandrágora es tener resueltos todos los problemas. Y es natural que si un herborista, o un mago, posee alguna, no la venda si no se la pagan bien. La leyenda asegura que todas las raíces de mandrágora se transforman en hombrecitos de verdad, como pequeños duendes, y que se dedican a favorecer al dueño de la planta. No asegura la leyenda que todas las raíces de mandrágora tengan forma humana. Que la tienen algunas, sí. Y que éstas son las verdaderas plantas hechiceras. 

El afortunado poseedor de una raíz de mandrágora en forma de hombrecito sostiene que esta planta, en el momento de arrancarla grita. Y que el grito mata a quien intenta arrancarla. Y que el procedimiento para arrancarla y salvar la vida es el siguiente. Se cava hondo alrededor de la raíz hasta ponerla al descubierto. Mientras no se intente arrancarla no hay peligro. Se ata una cuerda a la raíz y el otro extremo se ata al cuello de un perro. Se llama al perro desde cierta distancia. El perro quiere acudir, tira de la planta y la arranca, grita, y el perro muere. No hay más remedio que sacrificar al perro. Pero se ve que, dado el poder hechicero de la mandrágora, merece la pena sacrificar un perro.




USOS TERAPEUTICOS

En la medicina antigua las hojas de mandrágora hervidas en leche se aplicaban a las úlceras; la raíz fresca se usaba como purgante; y macerada y mezclada con alcohol se administraba oralmente para producir sueño o analgesia en dolores reumáticos, ataques convulsivos e incluso de melancolía. En tiempos de Plinio se empleaba como anestésico dándole al paciente un pedazo de raíz para que la comiera antes de realizar una operación. Se usa para quitarse las legañas y almorranas mejor conocidas como hemorroides.

CULTURA

Nicolás Maquiavelo, autor de "El Príncipe", escribió una comedia titulada "La mandrágora" en la que un ungüento sacado de la raíz podía sanar la esterilidad. También es citada en la novela de J. K. Rowling, Harry Potter, en la de Laura Gallego García, Mandrágora y en la película de Guillermo del Toro titulada El Laberinto del Fauno también aparece en la obra teatral de Samuel Becket "esperando a Godot". Fue el nombre que adoptó el movimiento surrealista que formara el poeta Braulio Arenas.
En la Biblia, Raquel la mujer de Jacob, pidió a Lea la otra esposa de éste las Mandrágoras que el hijo de ésta recogió en el campo. A cambio de ellas cedió a Lea el derecho a pasar la noche con su esposo Jacob.
Puesto que la Biblia dice que Raquel era estéril quizás pensase que esta planta la ayudaría a concebir.
En la serie de anime Saint Seiya, durante la Saga de Hades, uno de los espectros era un caballero de Mandragora. Se ha empleado en liturgias muy distintas, siendo en la actualidad mantenida por los seguidores de la Wicca como potenciadora de sus visiones en rituales de invocación y adivinación.