La Astrología es un lenguaje simbólico que, a mi juicio, todos deberíamos de estudiar por muchos motivos. El primero de ellos, es porque nos lleva muy lejos. Por un lado nos hace elevarnos muy alto, hacia el cielo estrellado, estudiando planetas, asteroides, orbitas,…., Y, por otro lado, descender muy bajo, hacia lo más profundo de nuestra psique, estudiando mitos, filosofía, psicología... Conocimientos que puede que no nos interesasen aisladamente, pero sí sintiéndonos involucrados con ellos, como se estudia en astrología, como una unidad, y, sólo por eso, ya merece la pena.
Pero además, su aprendizaje nos ayuda a entender las experiencias que son comunes a
toda la humanidad y, a la vez, nos lleva mucho más lejos, mucho más allá, hacía un universo de sentido, porque la astrología es un lenguaje en el que el Sistema Solar constituye un símbolo de nuestro mundo interior. Se trata un gran un espejo donde vernos reflejados.
toda la humanidad y, a la vez, nos lleva mucho más lejos, mucho más allá, hacía un universo de sentido, porque la astrología es un lenguaje en el que el Sistema Solar constituye un símbolo de nuestro mundo interior. Se trata un gran un espejo donde vernos reflejados.
El lenguaje astrológico, como todo lenguaje simbólico, admite diversas lecturas y valoraciones, diferentes significados y sentidos de interpretación y posee infinitos niveles. Educa a la mente a tener un objetivo, una unidad, atendiendo a las partes, y sin perderlas de vista.
La prueba acerca del poder del lenguaje astrológico para significar algo -o para descubrir en cambio que no tiene sentido-, sólo puede obtenerse aprendiendo a hablar este lenguaje. Y, curiosamente, ningún detractor lo ha estudiado con detenimiento.
Estudiar este lenguaje exige un ejercicio mental que tiene efectos sorprendentes y definitivos sobre nuestra conciencia. Nos permite acceder a unos conocimientos que por otro medio nos están vedados.
En el aprendizaje de este lenguaje nos encontramos con un complejo sistema de correspondencias y ello nos lleva a utilizar en profundidad nuestra capacidad imaginativa. Y, como sabemos, la imaginación es la fuente de todo conocimiento.
Cuando el lenguaje y la experiencia astrológica se entrelazan, comienzan a aparecer relaciones insospechadas que nos abren, repentinamente, la puerta a una nueva realidad.
Los que nos empeñamos en leer en ese gran libro, abierto ante nuestros ojos, que es el cielo, es porque sabemos que, cada vez que lo hacemos, penetramos en el palacio de la sabiduría.
SIGNOS, PLANETAS, CASAS….
La Astrología no sólo es un lenguaje sino que, además, como todo conocimiento, tiene su propio lenguaje. El alfabeto, el ABC, de esta disciplina se basa en distintos signos: círculos, cruces, triángulos, estrellas y otras figuras geométricas que tendremos que aprender a leer.
Estas figuras, se llaman ideogramas. Un ideograma es una representación gráfica de una idea. Vamos a empezar con los ideogramas de los signos zodiacales.
Para ir familiarizándonos con los diferentes ideogramas, base del lenguaje astrológico, tenéis que aprender los signos y sus nombres, dibujándolos hasta que los tengáis claro.
ASTRONOMIA
En cuanto a la astronomía, también se puede aplicar la misma premisa que en el caso de la astrología, es decir dibujar cada planeta con su nombre hasta aprender el alfabeto básico de la misma.
Los ideogramas correspondientes a los planetas son los que, a continuación, se indican.
Como aclaración, tengo que señalar que existen diferentes ideogramas para el mismo signo zodiacal y también para el mismo planeta.
PILAR ERESTA
ASTRÓLOGA
http://astropilareresta.blogspot.com.es
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